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Al rescate! Del alma…

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Comentario de Parashat Vaiakel – Shabat Shekalim, por el seminarista Dr. Gabriel Pristzker, de la Kehilá de Córdoba, Argentina

Este próximo sábado por la mañana sacaremos dos Sifrei Torá (Rollos de la Torá) del arca sagrada para ser leídos. ¿Porqué dos y no uno como todo Shabat regular? Porque del primero leeremos la parashá (sección semanal) regular de cada semana y, luego, del segundo, leeremos una sección especial de la Torá en la que se explicita la obligación que tenía en el pasado cada individuo en el Pueblo de Israel de contribuir con medio shekel al fin sagrado de sostener el culto comunitario.
Citemos la Torá en esta particular sección: «Habló Adonai a Moshé diciendo: cuando hayas de establecer el número de los hijos de Israel, el de su censados, habrá de ofrecer cada hombre, el rescate de su alma ante Adonai, al censarlos, para que no haya en ellos mortandad, al censarlos. Esto habrán de ofrecer todos los que pasen entre los censados: medio shekel del shekel del Santuario-de veinte guera es el shekel-medio shekel como ofrenda ante Adonai» (Éxodo 30: 11-13).
Al referirse al «rescate de su alma» y mencionar la palabra «ofrecer», en el original hebreo el texto utiliza la palabra «Venatnú», ונתנו. Si prestan atención, en hebreo, esta palabra es capicúa. Se puede leer de la misma manera «de ida y de vuelta». En pocas palabras: para «rescatar el alma» hay que ofrecer-dar y, a manera de un retorno-devolución, nuestra alma es entonces rescatada-elevada.

Ahora bien, en el «calendario fiscal» de la época talmúdica esta contribución del «medio shekel»  era recolectada a partir del primero del mes hebreo de Adar (Rosh Jodesh Adar) y de allí la práctica actual de leer el pasaje correspondiente también hoy en el Shabat inmediato anterior al inicio de Adar (este año los días jueves 10 y viernes 11 de marzo).

Y aquí  llegamos a Purim, que acontece, también, en Adar. ¿Qué tendrán que ver entonces el medio shekel-rescate del alma y Purim?

Una de las mitzvot más conocidas de Purim es la de “mishloaj manot”, el envío de comestibles el uno al otro durante el día de la festividad (este año jueves 24 de marzo). A tal efecto, existe en el presente la posibilidad de hacer y regalar desde pequeñas bolsitas con golosinas hasta canastas de todo tamaño decoradas conteniendo  frutas, bebidas y varios y diferentes  comestibles.
El cabalista Schlomó Halevi Alkabetz, autor del Leja Dodí que rezamos en cada kabalat shabat, explica que la razón de esta mitzvá es la de refutar la descripción de Hamán (el malo del relato de Purim) respecto del pueblo de Israel como un “am mefuzar umeforad”, un pueblo en desarmonía y desunión. (Meguilat Esther 3, 8) Así, Mordejai  (tutor de la reina Esther y líder del pueblo judío por aquellos días en Persia) instauró el intercambio de comestibles entre compañeros para demostrar unidad y amor.
Hemos estudiado en varias oportunidades que las acciones de tzedaká, justicia social, hacen más por aquel  que da  que por aquel que recibe. Un «ida y vuelta», un acto «capicúa». En efecto, el dar (la ida) le confiere al donante un sentimiento de trascendencia y plenitud  (la vuelta) y le brindan,  además, una posibilidad  extra para agradecer  por esa oportunidad de entrega que le fue otorgada.
“Mishloaj manot” entonces fue establecida por y para bien nuestro;  por y para el ser generoso (y a veces olvidado) que hay en cada uno de nosotros y al cual tenemos que ir a «rescatar» cada tanto.  Esta mitzvá fue instaurada para que podamos demostrar afecto y amor por nuestros prójimos. No perdamos la oportunidad de rescatar-nos.

¡Shabat Shalom!
Seminarista Dr. Gabriel Pristzker
Kehilá de Córdoba, Argentina

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