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RICA, LIMPIA Y JUDÍA

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La comida es, sin dudas, uno de los elementos que atraviesa grandes períodos de tiempo en nuestra vida diaria y en la de nuestros hijos.

¿Pero cómo nos alimentamos? ¿Cómo podemos mejorar los hábitos nutricionales de los más chicos?

Mariana Rujinsky es Licenciada en Nutrición, trabaja como docente en el ciclo de especialización del Instituto Secundario Gral. San Martín desde 1998, y este año, es la propulsora de un nuevo proyecto que busca mejorar las conductas alimenticias de los alumnos.

En medio de una atareada tarde, en su consultorio, conversamos con ella y nos adelantó algunos secretos…

Empecemos por presentarte en comunidad, ¿Cómo lo harías?

“Soy Licenciada en Nutrición, me dedico principalmente a consultorio externo, hago mucha educación nutricional a través de mi consultorio y veo diferentes patologías, sobre todo aquello que tiene que ver con hábitos alimentarios, con el sobrepeso o la obesidad, que es la epidemia de este siglo, el mundo está engordando. Me dedico mucho a eso, hice muchos post-grados ligados a esa temática. También doy clases en el colegio, siempre en sexto año, en el ciclo de especialización, en una materia que tiene que ver con la salud y la alimentación.”

Decís que el “mundo está engordando”. ¿Qué pasó en las últimas décadas para que esto suceda?

“Creo que tiene que ver con el estilo de vida, lo que es la actualidad. En la familia actual, mamá y papá trabajan ambos, y hay poco tiempo para planificar una buena alimentación. Se compra o se hace lo más rápido y fácil. El problema es que lo rápido y fácil, sobre todo lo rápido, impide que se pueda comer muy variado, y este contexto, está sumado a una falta de actividad física; los niños antes salían a jugar, andaban en sus bicis, por ejemplo, y hoy hasta esto se ve limitado por cuestiones de seguridad. La tecnología, por su parte, hace que se ubiquen mucho tiempo frente a una pantalla, y estos adelantos permiten que vivamos mejor, pero el estilo de vida no se mejora. En lo que se refiere al comer, en el ser humano todo pasa por la comida. Si estoy apurado, programo y como más tarde, si tengo un evento social lo hago con comida, las compensaciones emocionales también están marcadas por la comida, tanto si estoy triste como si estoy alegre y voy a festejar algo. Entonces, el alimento perdió la función que debe cumplir. No comemos para alimentarnos, sino como un acto de placer.”

Ya que nombraste a los niños, ahondemos un poco en esto. ¿Cuáles serían los elementos fundamentales para una buena nutrición infantil? ¿Y cuáles son las dificultades actuales?

“Para hablar de una nutrición infantil adecuada, debemos tomar tres pilares importantes. Primero, la alimentación debe ser completa y variada. Debe tener lácteos, que pueden ser descremados a partir de los 2 años, el apoyo de proteínas que otorgue algún tipo de carne, ya sea carne roja, pollo o pescado, un aporte de verduras y frutas con variedad y una buena hidratación. Esto tiene que ser en un contexto armónico y bien distribuido. Es muy importante observar qué cantidad de frutas y verduras están consumiendo nuestros hijos hoy, porque en realidad comen poquitas y en muy poca variedad. Cuando hablamos de alimentación variada en los chicos, también queremos decir completa: debería tener al menos un 55% de hidratos de carbono complejos, como cereales o fibras, un 15 a 20% de proteínas, como lácteos y sus derivados o las carnes, y un 20 a 25% de grasas, pero de grasas buenas, producto de aceites vegetales, que no sean grasas saturadas. Todo esto más una buena hidratación es fundamental. Es importante la distribución, que se cumpla el desayuno, almuerzo, merienda y cena, y que no pasen más de 3 horas sin ingerir algo, que es por ejemplo, uno de los elementos que nos propusimos en el colegio con respecto a las meriendas. Tenemos que partir desde la base que nos indica que estamos atravesando dificultades, y que debemos cambiar para mejorar. Otro de los factores que atentan contra la alimentación es el sedentarismo. No todos los chicos tienen actividades extra escolares, y en muchos de los que si las tienen, terminan siendo actividades para seguir estudiando. Entonces los tres grandes pilares a tener en cuenta son el exceso de comida chatarra, que atenta contra la variedad; la mala distribución de los alimentos; y el sedentarismo.”

¿Por qué crees que los chicos optan por ciertos alimentos y evaden, por ejemplo, las frutas, siendo que también podrían consumirlas de una manera rápida?

“El acto de comer es rápido, la fruta es el postre, y a veces ya ni están en la mesa para cuando llega ese momento. No existe el hábito. No está incorporado, porque es más práctico comer un paquete de galletitas o algo que ni siquiera requiera ser pelado. Es también todo lo que rodea al acto de comer.”

La semana pasada, el Lic. Alejandro Bosack escribió un artículo acerca de las dificultades actuales con respecto a la nutrición infantil, ¿Qué opinión tenés al respecto de esta postura?

“Adhiero totalmente. Hay una gran cantidad de comida chatarra causada por el estilo de vida por el que atraviesan los chicos, y ellos se terminan acostumbrando a esto. Es un hábito muy difícil de modificar, pero con educación o prácticas no tan tradicionales, se puede lograr, siempre progresivamente. Se deben tomar iniciativas que a veces resultan incómodas para un chico, porque es difícil pedirle que coma una manzana mientras el amiguito se come un alfajor o un sándwich. A esa edad se imita mucho, y así es como comienza un círculo del cual es difícil salir después. Y esto claro que puede afectar el aprendizaje. Al margen del sobrepeso o la obesidad que pueda tener un niño, también puede tener, por ejemplo, déficit de hierro o de calcio, y en estos casos puede verse el bajo rendimiento escolar. Alejandro plantea la dificultad por los excesos, pero también puede darse por las faltas o carencias de determinadas nutrientes.”


Y entonces a raíz de todo esto que planteas, ¿Cómo surgió este proyecto en el que te involucraste en el Colegio Israelita Gral. San Martín?

“Uno siempre estuvo un poquito cerca en realidad, pero no tan comprometido. A partir de este año, planteé un proyecto integral hacia la cantina/comedor para reestructurar todo su movimiento. Estamos trabajando con el área bromatológica, controlando que se realice todo bajo buenas prácticas, en cuanto a los alimentos, a las estructuras donde se mantienen estos alimentos, al personal que los manipula, que los procedimientos se estén cumpliendo para evitar cualquier tipo de intoxicación o contaminación alimentaria.”

¿Y Cómo continuará esto?

“El próximo paso será convocar a la comunidad educativa, a los padres, para contarles acerca de este proyecto, informarles acerca de las intenciones que tenemos, por ejemplo, de reformular los menús, establecer uno o dos días por semana un kiosco de alimentos saludables, como frutas, lácteos o cereales; esto ya se viene implementando en el jardín, y con mucho éxito. Existen muchas posturas con respecto a cómo se implementará esto. La idea no es prohibir, sino promover. Es decir, las opciones van a seguir estando, pero existirán fuertes campañas para promover lo saludable. Lo ideal es que podamos modificar el quiosco paulatinamente, comenzando por un porcentaje pequeño de alimentación saludable que vaya aumentando en un período de transición.”

Nuestra escuela tiene un agregado que no poseen otras instituciones. Además, esto debe combinarse con el concepto de “comida kasher”. ¿Esto es favorable para el proyecto?

“Totalmente. Porque la alimentación en base a comida kasher es una alimentación sana y saludable. Cumple muchas más reglas en cuanto a lo que quiere decir saludable, son alimentos que ya fueron controlados, y por supuesto que vamos a respetar las combinaciones que requiere esta práctica, incluyendo también opciones económicas mediante listas para los padres con diferentes variedades, por ejemplo. Vamos a hacer un trabajo integral con mucha educación. Hoy concreté un convenio que va a permitir a nuestra institución realizar un trabajo de extensión con la Universidad Nacional de Córdoba, esto te lo adelanto como primicia; así que tenemos planeado trabajar integralmente y pienso que este año haremos un lanzamiento para que el año que viene los cambios ya sean efectivos, aunque muchos de ellos ya están sucediendo en nuestra escuela. Pero todo esto no se puede con el aporte de una sola de las partes. Nosotros tenemos las mejores intenciones y propuestas, pero necesitamos que la buena promoción que pensamos realizar de la educación nutricional reciba el apoyo necesario. Por eso estamos a punto de comenzar con el ciclo de charlas para padres, el cual arrancará con pequeños pasos que comenzarán a generar un trayecto.”

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