El ciclo de vida judío comienza con el nacimiento del bebé, acontecimiento tan natural como milagroso. Cuando se tienen hermanos, mayores o menores, los momentos compartidos con ellos enriquecen la vida de toda la familia. Los Bnei Mitzvá de esta semana, Matías Ezequiel Pinko y Lautaro Ortiz, saben muy bien de qué se trata disfrutar con los hermanos. Leamos sus testimonios.
Matías: “Tengo dos hermanas, una mayor que ya hizo su Bat, y una menor que tiene 10 años. En el curso me está yendo bien, pero por ahora estoy un poco nervioso. Al principio pensé que iba a ser muy complicado, pero ahora me doy cuenta que no lo es tanto. Me interesa la cultura y nuestra historia judía y sus rituales, qué se hace cuando estamos de duelo, en un Bar Mitzvá o en un casamiento”.
Lautaro: “Tengo dos hermanos varones, uno recién nacido y otro de 10 años, así que soy el primero de los tres que hace el Bar Mitzvá. Mi papá me ayuda a estudiar y viene el rabino una vez por semana a mi casa. Mi abuela también está muy contenta. Fue una novedad para mí ponerme el Talit y leer la Torá, me gustó estudiar en grupo. Agradezco a los rabinos, que me ayudaron mucho”.
¡Mazal Tov para Matías, Lautaro, sus hermanos y el resto de sus familias, en estos momentos tan importantes para sus vidas!
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