Comentario de Parashat Jaié Sará, por el rabino Pablo Gabe, de la Kehilá de Córdoba, Argentina
Encontrando la vida en la muerte
Contrariamente a lo que parecería lógico, la lectura de la Torá de este Shabat, que se denomina Jaie Sará (la vida de Sará), comienza contándonos acerca de la muerte de nuestra primer matriarca.
El texto nos habla acerca de todos los preparativos y todas las cosas que lleva a cabo Abraham para proporcionarle un entierro con todo el honor que ella merece. Este es uno de los pocos episodios dentro de la Torá en la que se abundan los detalles referidos a un entierro.
Actualmente, son conocidos todas las obligaciones y deberes con respecto a la idea de Keber Israel (el entierro de acuerdo a la tradición judía). Todos sabemos que en nuestra tradición es obligatorio el hecho de enterrar a nuestros seres queridos, con todas las prácticas que se llevan a cabo. Además de esto, todo lo posterior que implica Shivá (primer semana de duelo riguroso), el retorno al cementerio luego de cumplido el primer mes de duelo (esto es de acuerdo a la costumbre Ashkenazí), y por último los diez meses restantes, que finalizan un mes antes del primer aniversario, llamado Iortzait.
Sin embargo, en la Parashá no aparece nada de estas prácticas, y si los detalles del entierro de Sará. Todas las tradiciones de duelo y rituales referidos a lo posterior de la sepultura, aparecen en los diferentes textos de nuestros sabios: Mishná, Talmud. Sin embargo, las acciones de Abraham nos muestran una enseñanza muy importante para todos nosotros.
Dentro de la tradición judía, el cuidado del cuerpo de un fallecido es de una gran importancia. Kevod Hamet (honrar al muerto) ocupa un lugar central en nuestro código de vida judío. Es por este motivo que Abraham pone tanto énfasis en lo posterior al deceso de su esposa.
El monumento que hacemos en la actualidad sobre las sepulturas, representan que, aún después de que la persona haya fallecido, nos seguimos ocupando de ella, y no dejamos cosas libradas al azar.
Tal es la idea de Abraham Abinu, al conferir tanta energía y tanto cuidado en la sepultura de Sará. Justamente para honrarla. Así es. La Parashá empieza con la muerte de nuestra Matriarca. La muerte de Sará, puede ser también la vida de Sará. La muerte de Sará y todos los cuidados que su marido le proporciona, no es sino honrar su vida. Lo que queda en nosotros de las personas que han partido, no es sino el reflejo de sus vidas y la obra de sus manos en la tierra. Por eso, la Parashá de esta semana que se inicia con la muerte de Sará, no puede llamarse sino “Jaié Sará” (La vida de Sará).
Shabat Shalom!
Rabino Pablo Gabe
Kehilá de Córdoba, Argentina
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