RECTIFICAR LAS CONDUCTAS PASADAS Y FUTURAS
El 10 de Tishrei los judíos conmemoramos el Iom Kipur, llamado Día del Perdón el día más solemne del calendario hebreo. Durante el mismo, dedicado por entero a la vida espiritual, al recogimiento y la concentración en la sinagoga, se renuncia al trabajo y a los placeres físicos y se proscriben, como consecuencia, la comida y la bebida -es día de ayuno absoluto-, como también cualquier actividad que no sea plegaria y oración. Dicha actividad se complementa con una actitud de auto examen por las acciones, de introspección y de rezo a D’s en comunidad.
El comportamiento ético se sitúa en el centro de la escena y otorga un singular relieve a la conmemoración del Iom Kipur, que demuestra hoy la más alta espiritualidad y el más universal sentimiento religioso en la ley judía.
Cada feligrés sabe cuál es el ritual del Día del Perdón, conoce cuál es el desarrollo que es similar al del año anterior e igual ve siente la necesidad de repetirlo cada año. ¿Cuál es el misterio de esta celebración que pudo perdurar más de dos milenios? Quizás resida en que es una conmemoración dedicada a formular las grandes preguntas de la existencia humana en el universo. El judío sabe que ese día lo recordaron las generaciones pasadas, y que de él depende que lo hagan las generaciones futuras.
Significado
SIGNIFICADO CENTRAL
El concepto del Iom Kipur es el de brindar la posibilidad de rectificar la conducta humana ante el Todopoderoso. Confesar los errores e inconductas, expresando a su vez un deseo sincero de mejorarlas en el futuro, puede incidir en la voluntad divina favorablemente. Sin embargo, los agravios cometidos contra nuestros semejantes deben ser previamente perdonados por ellos, y luego confesados al Creador. Al recitar las oraciones en comunidad y en plural, los miembros de la misma se sienten corresponsables hacia el prójimo.
En realidad Iom Kipur no es un día del perdón aislado, sino que es precedido al menos por diez días previos (los Iamim Noraim: días reverenciales) que comenzaron el año nuevo judío o cuarenta días previos si consideramos que la preparación del mes anterior más los diez días previos señalados.
Este día central del calendario judío no ha recibido otros nombres más que distintas denominaciones relacionadas con su propio nombre. Así, se lo llama Iom Hakipurim (plural de Kipur) o simplemente Kipur en la tradición sefardita.
Por su solemnidad se lo ha llamado Shabat Shabatón, es decir, el Shabat de los Shabat (Sábado de Sábados).
Uno de los aspectos del servicio ritual del Iom Kipur está consagrado a recordar a los difuntos (el Izcor o Recordatorio). Hacia el epílogo de las oraciones llega el momento de mayor concurrencia de feligreses a la sinagoga; la conclusión de este día de tan elevada unción se da con el final de las oraciones y con el toque del Shofar (cuerno de carnero), instrumento antiquísimo y cuyo sonido convoca a los creyentes para una última reflexión. Según el sabio Maimónides, la finalidad del sonido del Shofar es la de despertar la conciencia del hombre, invitándolo a meditar y seguir el sendero del bien. La palabra Shofar tiene la misma raíz hebrea que la palabra Shipur, mejoramiento, perfeccionamiento. ¡Todo un símbolo!
Origen
Podemos hallarlos en textos bíblicos de aproximadamente tres milenios de antigüedad. Con el paso del tiempo ha ido creciendo la enorme importancia de esta conmemoración, transformándose en el día más solemne del calendario judaico y en la fecha más respetada y observada por el judaísmo en todo el mundo.
El origen de esta festividad debe buscarse en la Biblia. En los siguientes versículos, entre otros, se señala: “El día décimo del séptimo mes será el Día de las Expiaciones; Convocación santa os será y afligiréis vuestras almas… ningún trabajo servil haréis en ese Día (Levítico 23; 27-28). El precepto bíblico trascripto en “afligiréis vuestras almas” se interpretó como un ayuno completo y la abstención de todo placer físico durante el Día del Perdón (casi veintiséis horas).
En la época bíblica era el único momento del año que el Gran Sacerdote (Cohen Gadol) pronunciaba en el Gran Templo de Jurusalén las cuatro letras que forman el nombre de D’s.
La tradición judía asoció el Iom Kipur al momento que Moisés bajó del Monte Sinaí con las segundas tablas de la Ley, luego de cuarenta días de ayuno y oración. Moisés había conseguido el perdón Divino por la transgresión del pueblo al adorar el becerro de oro. En este relato se ven claramente la unión de las ideas de ayuno y perdón de D’s, bases de Iom Kipur.
Costumbres
– El ayuno como medio
Ayunar y abstenerse de los placeres físicos por un día -el más sagrado del judaísmo- exalta una completa sumisión del hombre al mandato espiritual y divino; es también el tiempo oportuno para repensar lo actuado y lo por actuar, teniendo siempre el mandato moral como premisa y punto de llegada.
El sentido del ayuno no implica pasividad, sino, por el contrario, actividad. De acuerdo con el texto de Isaías (Cap. 58), que se lee durante el rezo en la sinagoga, el ayuno debe tener un significado de activa solidaridad con los necesitados, los desvalidos y los desposeídos.
– La sinagoga vestida de blanco
Si pudiéramos observar desde las alturas a una sinagoga en el Día del Perdón, encontraríamos que el color netamente predominante es el blanco. Blanco en los todos los ornamentos, predominantemente blanco en el manto ritual que se colocan los hombres en el oración, blanco en la mesa de lectura de la Torá y en la cortina del mueble donde se guardan los rollos bíblicos. Todos simbolizan la pureza del perdón. No hay ninguna duda que al entrar en un templo judío el Día del Perdón, se encontrará lleno como ningún otro día y el color blanco será el que resalte sobre todos los demás. Es el símbolo de la solemnidad y de la búsqueda de la pureza moral.
Las oraciones e invocaciones al Todopoderoso las realizamos en plural, y se desean y formulan votos por la paz, la salud, el estudio y la abundancia para la persona individual y para la humanidad toda.
Durante las oraciones del Iom Kipur se lee en oración un libro completo, llamado Majzor, un libro que expresa el pensamiento de decenas y decenas de generaciones judías de diversas épocas. Está compuesto por textos bíblicos de más de dos mil años, talmúdicos de más de mil quinientos años, poemas de la Edad Media y nuevos textos como la bendición a los gobernantes locales y al Estado de Israel. Ningún otro pueblo ha transportado el libro de oraciones durante tanto tiempo y por tantas geografías, lo que lo hace único y distinto.
Una de las oraciones que más se repiten en el Iom Kipúr es el Ashamnu, confesión de los errores cometidos. Al respecto es una interesante anécdota. Se cuenta que preguntaron a Rabí Itzjak «¿Por qué en el Día del Perdón la confesión de los pecados se hace por orden alfabético?». El Rabí explicó: «Si no fuera así, no sabríamos cuando dejar de golpearnos el pecho. Porque el pecado no tiene fin y no tiene fin la conciencia de nuestros propios pecados. Más si tiene fin el alfabeto». Otros han señalado que sistema del alfabeto da un orden general, de lo contrario cada persona tendría un listado diferente y con distinta secuencia. Al leerse los errores en plural nos hace corresponsables con los demás miembros de la congregación.
Ya han pasado más de 24 horas desde la primera oración, llamada Kol Nidre. Ahora el crepúsculo ha llegado. “Las Puertas del Cielo se están por cerrar frente a las plegarias de Pedido de Perdón.” Es entonces cuando comienza con más fuerza la última oración llamada Neila y aparece el toque del Shofar. Ya han salido las primeras estrellas de la noche siguiente, y los que habían sido ángeles vuelven a ser hombres, regresan al hogar, elevados espiritualmente, luego de haber profundizado los vínculos con D’s y con el prójimo. Una comida familiar festiva cerrará el capítulo hasta el próximo año.
Como en casi todas las grandes festividades, previo al inicio de la misma es costumbre el encendido de velas por parte de la/s mujer/es de la casa.
Gastronomía
Por tratarse de un día de ayuno, obviamente no hay comidas típicas de la festividad.
Para la finalización del Iom Kipur sugerimos analizar la gastronomía del Rosh Hashaná.
No hay comentarios