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Iom Kipur: ¿Qué tipo de Tefilá?

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Comentario de Iom Kipur, por el seminarista Dr. Gabriel Pristzker, de la Kehilá de Córdoba, Argentina

Bien sabes, estimado lector, que en el Majzor se nos recuerda que “el arrepentimiento, la oración y la justicia atenúan (“maavirín” en hebreo) la severidad de nuestro veredicto” (Majzor editado por el Seminario Rabínico Latinoamericano, pág. 358 y otras).

Al respecto, en este último Rosh Hashaná, aprendimos del Rav Polakoff que, más que “atenúan”, podríamos leer “maavirín” como “nos hacen transitar”. Sea en buenas, sea en malas, las tres instancias arriba mencionadas, y elegidas por nuestros sabios, nos ayudan a peregrinar de manera más fluida por esto que llamamos jaim, nuestras “vidas” (las vidas de las que está hecha la vida de cada uno).

Concentrándonos ahora en la tefilá, ya sea que la traduzcamos como oración, como reflexión, como meditación y/o como auto-análisis (todas formas en que el original hebreo permite una traducción) entiendo, humildemente, que podremos transitar de forma mejorada nuestra relación con Dios y, a través de esta relación, aquella que tejemos con nuestros semejantes si entendemos algunos de los límites de la misma.

La siguiente meditación ilustra esta idea:

“No podemos rogarte simplemente, oh Dios, que termines las guerras;

Sabemos que creaste el mundo de tal modo que el hombre debe encontrar su propio camino hacia la paz dentro de si mismo y con su vecino.

No podemos rogarte simplemente, oh Dios, que termines con el hambre;

Ya no has dado los recursos con los que se alimentaria todo el mundo si solo los usáramos con sabiduría.

No podemos rogarte simplemente, oh Dios, que destierres los prejuicios;

Ya nos has dado ojos con lo que veríamos lo bueno en todos los hombres si solo los usáramos correctamente.

No podemos rogarte simplemente, oh Dios, que termines con la desesperación;

Ya no has dado el poder de derrumbar y reconstruir los barrios pobres y dar esperanzas si solo usáramos nuestro poder con justicia.

No podemos rogarte simplemente, oh Dios, que termines con las enfermedades;

Ya nos has dado una mente clara con la cual buscar las curas y remedios, si solo las usáramos en forma constructiva.

Por lo tanto te rogamos, oh Dios, nos des la fuerza, determinación y voluntad para hacer en lugar de solo rezar, para hacer en lugar de solo desear”
(del libro “Cuando la gente buena sufre”, H.Kushner).

Re-flexiona lector, flexiónate sobre ti mismo y acompaña con tus acciones tus oraciones. Dios estará dichoso y tú transitarás mejor tu existencia.

Con los deseos de un Kipur significativo,
¡Gmar Jatima Tová!
Seminarista Dr. Gabriel Pristzker

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