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La construcción a partir de la memoria

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Comentario de Parashat Ki Tetzé, por el rabino Pablo Gabe, de la Kehilá de Córdoba, Argentina

La construcción a partir de la memoria

En los últimos 3 versículos de nuestra Parashá, encontramos una referencia a una situación particular que se dio en la historia de nuestro pueblo. El ataque de Amalek al pueblo de Israel, luego de la salida de Egipto. Mas allá de lo que representa un ataque dentro del contexto de una guerra, este se dio de manera especial. La historia nos cuenta que el pueblo de Israel había salido de Egipto, y se encontraba por su travesía en el desierto.
El ataque por parte de Amalek se produce en ese mismo instante. Solo que Amalek atacó por la parte de atrás, donde se ubicaban las mujeres, los ancianos y los niños. De esta manera, el saldo de víctimas fue mayor del que había sido, si el ataque se hubiera efectuado frente a frente.
Puntualmente, en nuestra Parashá aparece la siguiente idea: “Recordar has lo que te hizo Amalek, en el camino en vuestro salir de Egipto (…) Habrás de borrar la mención de Amalek de bajo de los cielos; no olvides”.
Como primera medida, no debemos olvidarnos de lo que nos hizo Amalek. Esta es la clave de la memoria colectiva de los pueblos: Al recordar la historia de mi pueblo, me vinculo con ella y de este modo, soy parte activa de esta memoria. Sin importar si estuvimos o no en ese momento, somos parte de este hecho, y por eso debemos recordarlo. Sin embargo, aparece una pequeña dificultad a la hora de analizar el texto, palabra por palabra. Nos indica que debemos recordar a Amalek, pero por otra parte dice que debemos borrar su mención de bajo de los cielos. ¿Es posible recordar algo que queremos olvidar? ¿Es posible pretender borrar algo si nunca debemos olvidarlo?
Podemos pensar que se nos pide recordar o que hizo Amalek, pero olvidar a la persona. Recordamos el hecho, pero borramos la memoria del autor (En hebreo, cuando mencionamos algún malvado que nos quiso exterminar, decimos Imaj Shemó, que su nombre sea borrado). Es probable que la idea sea que las personas pasan, pero los acontecimientos son los permanecen. No conseguimos nada recordando a una persona pero sí recordando los acontecimientos que nos marcaron para siempre. El ataque de Amalek, fue uno de ellos.
Lo que me parece interesante destacar es esta necesidad de recordar la memoria de nuestro pueblo. Esta es la clave. La diferencia entre historia y memoria es que en la memoria, yo soy parte de eso que recuerdo. Mientras que la historia, solo nos representa diferentes hechos que pueden o no tener que ver con nosotros.
La memoria es la clave para la pertenencia a un pueblo.

Shabat Shalom!
Rabino Pablo Gabe
Kehilá de Córdoba, Argentina

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