Por modernos, por postmodernos, por escépticos, por incrédulos o por todo ello junto y en el orden que prefieras, muchas son las personas que en la actualidad se resisten a conceder importancia a la ley en y dentro de la religión. Incluso en una discusión, en apariencia banal, respecto del orden de las bendiciones de la matzá en el seder de pesaj, allí, precisamente allí, la halajá (la ley judía) trata de enseñar un valor religioso sustancial.
El tema que planteamos es: La cenas festivas de Pesaj (el “Seder”, plural “Sedarim”, este año viernes 30 y sábado 31 ) tienen, cada uno por igual, 15 pasos según la tradición. Los pasos 7 y 8 refieren a las 2 bendiciones que preceden a la ingesta (obligatoria en las dos primeras noches de la festividad en la diáspora). ¿Cuál de las dos bendiciones se dice primero? ¿La brajá especial de la “matzá” o la brajá usual y cotidiana de “hamotzí” que se dice sobre el primer trozo de pan que se come en todas las comidas? Y no nos olvidemos que la matzá es el pan de Pesaj).
¿Tiene realmente importancia saber cuál bendición precede a cuál? Tiene y no es un mero legalismo.
Existe una regla en la halajá que establece “tadir usheeinó tadir, tadir kodem” (Talmud Babilónico, tratado Brajot, pagina 51, folio b), “lo usual – cotidiano precede a lo no usual- acostumbrado”. Por lo tanto debe decirse primero el “hamotzí” (lo usual, cotidiano) y, recién después, “al ajilàt matzá” (lo excepcional y no frecuente), siendo esta la bendición especial de la festividad (Dato: es por la aplicación de esta misma regla que, por ejemplo, nos colocamos primero el talit y luego los tefilin por las mañanas).
En tu vida: ¿reconoces y agradeces lo que ordinariamente te es dado en forma de bendiciones diarias o, lo das por sentado y solo retribuyes los grandes hechos y/o los sucesos excepcionales?
Creo que mucho de lo que llamamos felicidad depende de la respuesta a esa pregunta.
¡Jag Sameaj!
Rabino Gabriel Pristzker
Kehilá de Córdoba, Argentina
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