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LA VIDA ES UNA LETRA

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Comentario de Parashat Bereshit, por el seminarista Dr. Gabriel Pristzker, de la Kehilá de Córdoba, Argentina

Existe un principio básico en la aproximación clásica a la lectura de la Torá: cada frase, cada palabra, incluso cada letra y cada punto en la Torá es significativo y por ninguna casualidad está donde está.
 
Esta semana, damos inicio a un nuevo ciclo anual de lectura de nuestro texto consagrado. Y el texto comienza con el vocablo «Bereshit»: «En el comienzo». Esto implica que la Torá comienza con la segunda letra del alfabeto, que en hebreo es conocida como «bet». ¿No sería más coherente, preguntaron los Sabios, comenzar con la primera letra, es decir la «alef»?
Los Jajamim prestaron atención a las formas de las letras y notaron que la bet tiene este aspecto ב. Dado que en hebreo se lee de derecha a izquierda, nos queda que la «bet» es una especie de cuadrado inconcluso: cerrado por arriba, por atrás, por abajo. Abierto solamente hacia adelante.

Y nuevamente nos interpelan con su «pequeño detalle» de y en las formas de las letras: esta letra simboliza el destino humano. Los seres humanos desconocemos lo que hay por encima nuestro, detrás nuestro, debajo nuestro. Los seres humanos, básicamente, desconocemos los misterios de las circunstancias que rodean nuestra existencia. Las personas no deberíamos perder mucho tiempo en cuestiones metafísicas: ¿Qué es el más allá? ¿Qué sucede después de la muerte? ¿He vivido vidas anteriores? Más bien, deberíamos dedicarnos a lo que es claro y manifiesto, que es lo que está delante nuestro,  completamente abierto: ni más y ni menos que nuestra vida.

Estar en el mundo. Mejorarlo. Intentar mejorar la realidad del prójimo. Cultivar vínculos. Llevar consuelo al doliente. Ropa al desnudo. Esperanza y coraje al enfermo. Abrirle las puertas de nuestros hogares al que es o se siente extranjero en el seno de la comunidad. Transformar y dejarse transformar en y por el estudio de nuestra milenaria y sabia tradición.

Cuando te quede tiempo, estimado lector, tal vez tengas aún curiosidad y fuerzas para preguntar/te acerca de lo que hay «arriba, abajo y/o atrás». Pero sólo cuando te hayas dedicado a todo lo que escrito unas líneas más arriba.

 
¡Shabat Shalom!
Seminarista Dr. Gabriel Pristzker
Kehilá de Córdoba, Argentina

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