Compartimos unas nuevas y hermosas palabras escritas por Marcela Zadoff, esta vez, en relación a la Torá del pueblo judío, contextualizada en la Tefilá de los lunes, que disfrutamos cada semana en el Beit Midrash Ierushalaim:
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Uno de tantos lunes, en el templo de nuestra escuela, fui llamada a sostener la Torá. No a apoyarla sobre el hombro y pasearla, sino a un gran honor: elevarla, abierta, mostrando la letra sagrada a los amigos que solemos rezar juntos, alumnos, docentes y rabinos.
La afectuosa insistencia rabínica ayudó a que supere mi habitual «no puedo» y allá fui, pidiendo a Adonai ser semejante a Su mano fuerte y brazo extendido… que la metáfora se patentizara a nivel humano. Y mientras cantábamos «ve zot a Torá…», me pregunté cuánto pesan los rollos y sus maderas.
¡Qué pregunta absurda!
El peso de la palabra sagrada escrita en la Torá no se mensura en kilos, sino en honores.
Otro enorme honor es pertenecer al Seminario Rabínico Latinoamericano, representando a Córdoba… recordé, Sefer Torá en mano, la enseñanza de uno de los rabinos: nosotros sacralizamos la Palabra, al aceptarla y ensalzarla con amor.
El respeto a la Torá, la adhesión a sus principios son un camino de vida.
Te pido que nos acompañes Que acerques a quien tenga sed espiritual. Que des la bienvenida a quien se suma, a su manera, a quien se convierte a esta fe que enamora.
Renovemos la bienvenida en nuestros corazones a esta Torá liviana en kilos y abundante en sabiduría, sacralizada por nuestra presencia y constancia.
Amemos la Torá como camino de vida Es más liviana de lo que parece.
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