Al conmemorarse la firma de la «Declaración conjunta en contra del terrorismo y el fundamentalismo», el Instituto de Diálogo Interreligioso (IDI) entregó el pasado jueves 9 de agosto en la Legislatura porteña la primera edición de los premios «Cardenal Jean Louis Tauran».
En esta ocasión el IDI reconoció la tarea del pastor David Calvo, del presbítero Fernando Gianetti, del rabino Abraham Skorka, del sheij Abdelnaby Elhefnawy, del periodista Sergio Rubin -editor de Valores Religiosos-, y el Comité Interreligioso por la Paz (Comipaz), de Córdoba, en la categoría Instituciones.
Asimismo, se reconoció como personalidad destacada de la Ciudad a Ricardo Horacio Elía, escritor y profesor, que ha manifestado un respeto profundo por la diversidad cultural y religiosa.
El acto se realizó en el Salón San Martín del palacio legislativo porteño, en el marco del Día del Diálogo Interreligioso, instituido el 9 de agosto en la Ciudad de Buenos Aires.
Participaron el vicepresidente primero de la Legislatura, Francisco Quintana (VJ), el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, y el diputado Omar Abboud (VJ), acompañado por los otros copresidentes del IDI, los ciudadanos ilustres presbítero Guillermo Marcó y rabino Daniel Goldman.
En el inicio Abboud se mostró entusiasmado porque “el diálogo interreligioso es una faceta más identitaria” y afirmó que hoy están para “celebrar y entregar unos premios, ya que es la primera vez que lo hace” el IDI. Los premios se basan en “la cultura de la unidad y el encuentro” entre diversos, lejos de cualquier “fundamentalismo o terrorismo”.
Almagro valorizó “el entendimiento mutuo para superar el conflicto” y abogó por un “diálogo interreligioso e intercultural en el hemisferio”. Expresó que es necesario crear un IDI que abarque todo el hemisferio y que esta propuesta tiene el apoyo del papa Francisco. Pidió “más democracia para nuestras naciones”, sino que también esté “libre de dictaduras” y que deje de ser “la región más injusta en el reparto de las riquezas”.
El presbítero Marcó rescató la figura del cardenal Tauran que fue quien anunció en 2013 “que había un flamante Papa argentino” y además ocupó la titularidad del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Por eso las distinciones del IDI llevan el nombre de Tauran: “premiamos a estos hombres, para que su memoria bendita siempre quede entre nosotros”.
Federico Pugliese, director de Cultos porteño, explicó que “nuestra Ciudad de Buenos Aires tiene compromiso con este diálogo y la acción” por ello anunció que este sábado en la Costanera Sur se va a inaugurar frente a la fuente de las Nereidas “un anfiteatro Interreligioso”. También afirmó que en la ciudad hay “convivencia, encuentro y diálogo”.
Alfredo Abriani, secretario de Culto de la Nación, afirmó que “el diálogo interreligioso traspasa las fronteras de Buenos Aires y la Argentina” y por eso instruyó a que “en nuestras delegaciones en el extranjero” se pueda mostrar el ejemplo del IDI. Y citó palabras del cardenal Tauran: «Lo que nos está amenazando a todos nosotros no es el choque de civilizaciones, sino el choque de ignorancias y radicalismos. Conocerse es reconocerse».
Luego de esta introducción, llegó el momento de los premios: el primero fue entregado por Carlos Giralt al rabino Skorka, de la comunidad judía Benei Tikva, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall Meyer y profesor honorario en la Universidad del Salvador. El referente judío recordó la delegación vaticana cuando el Papa visitó Tierra Santa y afirmó que “ninguna religión es una isla”.
El segundo en recibir el premio de manos de Ricardo Fernández Núñez, fue el presbítero Giannetti, consultor del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, quien manifestó: “Ojalá que todo esto sirva para ser más hermanos entre todos”.
El sheij Elhefnawy recibió el premio de manos de Jorge Enríquez y expresó: “Que la paz esté con ustedes” ya que “la unión y colaboración interreligiosa es prioridad”.
Calvo, pastor de la Iglesia Evangélica Luterana, recibió el premio de manos de Pedro Abraham y recordó que en 1994 asestó un duro golpe a la Argentina el atentado a la AMIA, momento en el cual se reunió con otros líderes religiosos frente al dolor e hicieron un documento conjunto “anhelando justicia y paz”.
Luego fue el turno del reconocimiento que le entregó Lucas Randle al periodista Sergio Rubín, el cual se ha especializado en Religión y ha cubierto diversos viajes del papa Juan Pablo II, además de ser director del suplemento Valores Religiosos del diario Clarín. El profesional recordó que cuando el papa Francisco estuvo en Israel, frente al Muro de los Lamentos, “llamó al rabino Skorka y al musulmán Abboud a un abrazo”. En ese momento consideró que “tres argentinos daban un ejemplo al mundo”.
El último en recibir la premiación por parte de Sergio Desuque fue la institución Comipaz, un comité interreligioso que nació en 1998 para compartir las diferentes tradiciones religiosas y transmitir convivencia. El rabino Marcelo Polakoff, Centro Unión Israelita de Córdoba, fue el que lo recibió en nombre de la institución.
Cerró las entregas el rabino Goldman, quien explicó que “el diálogo no es patrimonio de una institución o religión”, es “el reconocimiento del otro al que le toca vivir”. Explicó que hay tres estadios: tolerar (desde el poder), coexistencia (estar juntos) y convivencia (vivir si los otros viven).
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