Una tarde bajo las estrellas, alrededor de la medura con canciones, rikudim, miradas cómplices y emoción compartida.
La Havdalá, guiada por la Rab. Sarina Vitas, marcó el cierre de la semana y abrió un espacio de encuentro profundo.
Que esta llama que encendimos siga iluminando nuestro camino: con identidad, con memoria, con alegría y con amor.
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