Cuando el juego es una manera de aprender
En estas dos semanas dedicadas a Pesaj, los chicos y chicas del Gan vivenciaron diferentes costumbres vinculadas: los kneidalaj con sopa y la matzá, la escucha de la historia de Moshé, la esclavitud de Bnei Israel y el éxodo de Mitzraim, los sedarim en cada kitá con la keará, la búsqueda del Afikomán y todo aquello que transforma una festividad, en construcción de memoria y pertenencia.
Una de las propuestas más convocantes fue la de los rincones que dispusimos en distintos espacios del gan para recuperar y recrear momentos de la historia. La experiencia del juego es, para un niño, una manera de apropiarse de los relatos y resignificarlos para que, como dice la Hagadá -be jol dor-, en cada generación, cada hombre y cada mujer pueda verse a sí mismo como si hubiera salido de Mitzraim.
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