La “kalá” rabínica es una práctica ancestral en el seno de nuestro pueblo, cuando ya en Babilonia los sabios talmúdicos hacían lo que hoy denominados “retiros de estudio” dos veces por año, cada una de un mes de duración.
Los tiempos han cambiado, pero el estudio no se ha detenido, y al margen del estudio constante que realizan todos los rabinos, aquellos que integran la Asamblea Rabínica Latinoamericana suelen dedicar cuatro jornadas de estudio juntos, de manera bianual.
Esta oportunidad fue la semana pasada en Lima, acogidos por su rabino Guillermo Bronstein, su familia y su kehilá, quienes cobijaron a más de treinta de nuestros rabinos, y entre ellos a Marcelo Polakoff y Gabriel Prisztker.
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