Según el Talmud, hay tres “socios” en la creación de un ser humano: Dios, su padre y su madre. El cuarto mandamiento nos señala el deber de honrar a nuestros progenitores; por ello, toda vez que una persona presta atención a su padre y/o a su madre está cumpliendo con esa gran Mitzvá. Sobre este y otros temas esenciales del judaísmo conversamos con Alejo Jasin, nuestro Bar Mitzvá de la semana, que nos entrega su testimonio:
“Me estoy preparando en mi casa, con mi mamá. Ella me enseña todo lo que tengo que saber, y también me junto con el rabino Gabriel. Tengo tres hermanos varones, uno más grande que ya hizo su Bar, y dos más chicos. Ellos y mis padres están muy felices con mi próxima ceremonia. Me gustó mucho aprender, sobre todo lo que hay en el Templo, sus puertas, el Arón Hakodesh y las inscripciones. Agradezco a mi papá, a mi mamá, y morá, por todo lo que me apoyaron para llegar a este momento tan importante.”
¡Gracias a vos Alejo por tu testimonio y Mazal Tov para toda tu familia!
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