“Todo hombre tiene un nombre, que Dios le dio, que sus padres le dieron, que su altura y su sonrisa le dieron…” son los primeros versos de un poema de la poetisa israelí Zelda. El Bar Mitzvá de esta semana, si bien no tiene -por ahora- una gran estatura física, se caracteriza por su sincera y amplia sonrisa, y su nombre es Joaquín Banner. He aquí su testimonio:
“Me siento un poco nervioso y contento. Tengo tres hermanos mayores, que ya hicieron su Bar y Bat Mitzvá, aunque no estuve presente porque todavía no había nacido. En mi familia están felices, orgullosos y un poco nerviosos también. El curso de Talmud Torá me pareció muy bueno, aprendí sobre el Talit, los Tefilin y cosas del templo que no conocía como el Arón Hakodesh. Voy a hacer un homenaje a un chico que murió en la Shoá y no pudo hacer su Bar Mitzvá, por eso leeré su historia. Agradezco a mis padres por todo su esfuerzo para hacer posible mi Bar Mitzvá”.
¡Felicidades Joaquín para vos y tu familia, en este paso tan trascendental en tu vida como judío!
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