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“Si lo quereis no será una leyenda”

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Así recita tal vez una de las frases más reconocidas del pueblo judío en los siglos XX y XXI. El primer cimiento que se forjó para la creación del Estado de Israel fue, sin duda alguna, el sueño. Aquella añoranza de todo un pueblo y entonada por el prócer Teodoro Herzl, tuvo sus múltiples réplicas a lo largo de la historia moderna del pueblo judío.

Y en Córdoba también sucedió. Y es que el sueño de tener un templo en la Escuela Israelita, forjado por un pequeño grupo de dirigentes voluntarios cobró realidad tras presentárselo al padre de esta obra, el Sr. Jaime Arab Cohen (Z´L). Él mismo, con su enfermedad terminal a cuestas, se ocupó de dirigir, financiar y gerenciar cada una de las compras que exigió el proyecto.

Hoy, 20 años después de este distinguido gesto, su hijo David recogió el guante del legado familiar y encabezó la iniciativa de la presente Comisión Directiva del Centro Unión Israelita, para costear los fondos para la refacción y reacondicionamiento del Beit Midrash Ierushalaim.

 

Asimismo, las arquitectas Eli Jalowski y Ronit Kantor, en memoria de su amado padre de familia, Jorge Kantor (Z´L), donaron gentilmente los honorarios profesionales y el tiempo requerido para la realización de la obra.

 

Así fue que, el pasado viernes 4 de marzo pudimos inaugurar junto a toda la Kehilá este nuevo espacio para Tefilá y encuentro kehilatí.

Como todo hogar judío, se inauguró con la colocación de 2 mezuzot, una en manos de la familia Arab Cohen, quienes se reunieron en conjunto para acompañar el hermoso Kabalat Shabat, y la otra portada por la Comisión Directiva de la institución, presidida por el Cr. Hugo Waitman, quien tomó diez minutos previos a la ceremonia para agradecer a todos los presentes, a los ex presidentes que acompañaban, miembros de las diferentes comisiones de culto a lo largo de la historia, directores de la escuela, presidentes de las distintas instituciones comunitarias, y personal directivo del Centro Unión Israelita. 

 

Tras un breve repaso por algunas de las anécdotas más distinguidas de la historia de este Beit Midrash, el presidente convocó a las familias Arab Cohen y Kantor a descubrir dos placas alusivas a sus familiares por el aporte realizado.

Pero eso no fue todo, el esfuerzo depositado fue mayúsculo, y hubo mucha gente que apoyó la gestión de este proyecto, por eso vaya nuestro público reconocimiento al grupo de mujeres que realizaron el “Parojet” y la cobertura del Sefer Torá (Susan Chami, Mónica Katz, Graciela Teicher, Marta Kowadlo y Eli Jalowski). Además, Lucho Griboff tuvo la gentileza de apoyar económicamente la restauración del Aron Hakodesh y de traer, desde Israel, el conjunto de candelabros, copa de kidush y bandeja para la jalá.

La ceremonia fue conducida por nuestro Rabino Marcelo Polakoff, acompañado del Seminarista Gabriel Pristzker quien fuera oportunamente Bal Koré del Rabino Gabriel Frydman en la inauguración del Beit Misdrash Ierushalaim en el año 1996. Casualidad o no, en esta ocasión Gabi se encontraba en Córdoba y nos acompañó en la conducción de la Tefilá.

Esperamos toda la comunidad se contagie del afecto por esta Sinagoga, participen permanentemente de los encuentros de tefilá y ayuden a construir una kehilá comprometida con los rituales y las tradiciones de nuestro pueblo.

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