Pasó la segunda de las grandes fiestas académicas de cierre. Esta vez fue el turno del Gan Ierushalaim, y como cada año, arrancó risas, lágrimas y emoción de un público que quedó maravillado.
La Directora del gan, Miriam Szafran, se encargó de hacer la presentación formal de la noche, y a partir de allí, todo quedó en manos de los alumnos.
El eje de la fiesta fue una especie de «tunel del tiempo», del que salieron ¡Abraham y Moisés! (¡si, juntos!), y a partir de allí se dedicaron a recorrer diferentes momentos de la historia del pueblo judío, encontrándose con muchos personajes y realidades que desconocían.
Comenzaron los más pequeñitos, la kitá de 1 año, que, junto a sus padres y morot, representaron a la infinidad de estrellas que Dios dijo a Abraham que sería el número de su descendencia.
Luego, el área de inglés presentó al primer grupo de alumnos de la Kitá de 5, quienes se transformaron en las plagas que cayeron sobre Egipto antes de la liberación del pueblo hebreo. A continuación, la salida de tierras egipcias y el cruce por el Mar Rojo llegaron al escenario junto a los alumnos de la kitá de 2; atravesaron el mar, y por supuesto, celebraron la libertad.
Más tarde, los niños de 3 años se vistieron de rusos, y al ritmo de sus danzas tradicionales trajeron a través del tunel del tiempo la emigración de los judíos desde ese país hacia finales del Siglo XIX. La kitá de 4 también realizó un gran viaje, pero fue a través del mar, y de esta manera mostraron al público el viaje que realizaron los inmigrantes judíos que llegaron a Argentina para convertirse en nuestros propios antepasados.
El grupo restante de 5 años cerró la fiesta con una hermosa representación del ciclo de vida judío, que incluyó grandes coreografías con telas y momentos muy emocionantes.
Cada elemento contribuyó a la puesta general. Cada kitá aportó su fragmento. Y entre todos se dispusieron a emocionarnos y a transmitir nuestra esencia, una vez más, como en cada año…
¡Felicitaciones, Gan Ierushalaim!
No hay comentarios