El vocablo «sentido» puede tener diferentes acepciones: desde tomarse como «significado» de las cosas, como «encontrarle el sentido a algo», hasta las facultades del Ser Humano para captar el universo, como son «los cinco sentidos», o incluso para determinar la dirección en la que se emprende o desarrolla un recorrido, cuando nos referimos a «ir en tal sentido». O quizás puede significar todo eso junto, como lo fue el domingo 10 de septiembre, en la primera edición de «Rosh Hashaná: Experiencia Córdoba», un viaje y recorrido que captó cada uno de los sentidos para dar un sentido más que emocionante a la llegada de un nuevo año judío.
Desde la mañana temprano, el día entero contó con una ruta designada, paradas determinadas, y un «paso a paso» disfrutado en Comunidad. La escuela fue el punto de partida, con el sonido del Shofar y los Rabinos Marcelo Polakoff y Gabriel Pristzker dando la presentación y explicaciones principales acerca de lo que se vendría durante toda la jornada. El Presidente del Centro Unión, Ernesto Halac, junto a miembros de su Comisión Directiva, estuvieron presentes y participaron de toda la jornada, acompañados por la Directora Institucional, Eliana Kelmeszes, quien también coordinó y organizó cada uno de los tramos de la experiencia.
A partir de allí, comenzó un recorrido hermoso, por senderos únicos de la escenografía serrana que ofrece la Provincia de Córdoba. Y, tal como lo anticipamos, fue una fiesta para todos los sentidos: desde el aroma y gusto de jalot o jugo de uva, hasta la visual imponente de paisajes de ensueño o de piezas artísticas, el sonido de un nuevo Shofar recién creado, o el tacto de cada participante al crear sus propios cartisei brajá para Iamim Noraim.
La hoja de ruta incluyó la Granja «Jazmín de Luna», en Tanti, donde todos pudieron amasar la característica «Jalá Agulá» típica de Rosh Hashaná, y además preparar algunas propias para donar a Asistencia Social Comunitaria, para que puedan distribuirlas entre sus beneficiarios. Más tarde, todos aprendieron los secretos de la construcción de un shofar (y oírlo en vivo, luego de recién construido), junto a Seba Grimberg, el Rab invitado que acompañó ese segmento del recorrido. Además, chicos y grandes tuvieron la posibilidad de alimentar animalitos de granja, como faisanes, caballos, ponys, ovejas, y principalmente, cabras y cabritos, protagonistas centrales en la creación de un Shofar, desde sus cuernos.
Luego del almuerzo compartido en comunidad, llegó el momento de visitar «Mario Lange Art», la hermosa galería del artista cordobés, que se expone en un precioso hotel serrano. Allí, además del disfrute visual de las obras y piezas expuestas, fue la gran oportunidad para la creación individual o grupal de algunos cartisei brajá muy especiales para este año nuevo que ya está llegando.
El último punto antes del retorno fue el Hotel «Portal del Lago», en Carlos Paz, donde se disfrutó de una exquisita merienda, y además, se aprendieron los secretos para la preparación del jugo de uva (que también puede convertirse en vino), y es la base de cualquier Kidush que atraviesa tradicionalmente las celebraciones judaicas.
Aromas, sabores, sonidos, elementos, paisajes. Olfato, gusto, oído, tacto y vista. La conjugación de sentidos fue perfecta, y el clima acompañó para que la celebración cobre aún más sentido. Alguna vez vivimos nuestro «Rosh Hashaná Urbano», o el mundialmente conocido «Rally de Rosh Hashaná»; este año la Kehilá de Córdoba escribió una nueva página del libro de su historia: «Rosh Hashaná: Experiencia Córdoba», la aventura que divierte, educa, une y emociona.
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*Agradecemos a AMIA, Vaad Hakehilot, Keren Kayemet, CUJA, la Agencia Judía para Israel, Organización Sionista Mundial y Bancor, por apoyarnos y acompañar a nuestra Kehilá para la realización de esta gran actividad.
*Agradecemos a Mario Lange, que nos recibió en su hermosa galería de Arte y nos ayudó a crear 2 hermosos Cartisei Brajá, y al Hotel «Portal del Lago» por abrirnos sus puertas para merendar y realizar el jugo de uva.
*Agradecemos a la Familia Ostchega/Cabanillas, de «Don Almacén», por la donación de 150 bolsitas con sésamo.
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