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VEINTICINCO

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Una vez más, frente a la explanada del Cabildo de la ciudad de Córdoba, se encendió la llama votiva para honrar la memoria de las víctimas del atentado. Esa llama que se mantuvo encendida durante todo el acto pareció estar candente los últimos 25 años. Uno a uno, los rostros presentes se sumaron al pedido de justicia, demostrando que «veinticinco» es mucho más que un número.

El jueves 18 de julio se conmemoraron dos décadas y media desde aquel día fatal en que la sede de la AMIA sufrió un atentado terrorista. La comunidad cordobesa se reunió frente a la explanada del histórico Cabildo de nuestra ciudad para rendir el homenaje a las víctimas.

Se destacó la presencia del Gobernador de la Provincia de Córdoba, Cdor. Juan Schiaretti y el Intendente de la ciudad, Dr. Ramón Mestre. Estuvieron junto al Presidente de DAIA Filial Córdoba, Cdor. Luis Klinger. En representación del Centro Unión Israelita estuvo su Presidente, el Cdor. Hugo Waitman, junto a miembros de su Comisión Directiva. También participó el Presidente de Macabi Noar, Gustavo Serlin. Ellos 5 fueron quienes encendieron la llama representativa.

El acto se desarrolló entre el homenaje a las víctimas y sus familiares, pero también bajo el incesante pedido del fin de la impunidad.

Los discursos estuvieron a cargo del Cdor. Klinger por AMIA, y fue invitado como orador el Juez del TOC N° 4 del Departamento Judicial de La Matanza, Dr. Franco Fiumara. La Lic. Soledad Bentolila estuvo a cargo de la conducción.

Antes del cierre, el músico Fernando Israilevich junto a la jazanit Jéssica Alterman, interpretaron «Quebrada», una canción escrita por el rabino Marcelo Polakoff especialmente para el homenaje a las víctimas del atentado.

El rabino Gabriel Pristzker pronunció la oración «El Male Rajamim», en honor a los 85 nombres recordados, y luego el rabino Polakoff tocó el Shofar, cuyo sonido se sintió en toda la plaza.

Pareció entonces que las notas auditivas fueron el conducto más directo para llegar al corazón del ser humano. El sonido de un clarinete había llenado el ambiente cuando se encendió la llama votiva en el inicio del acto, mientras que el sonido del Shofar puso más tarde el cierre, luego de la emotiva canción que se entonó desde el escenario.

¡Justicia, Justicia, perseguirás! Así resuena también la frase bíblica, desde el año uno, y también en el veinticinco.

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