El sábado nos juntamos en el club para nuestro habitual momento mensual de estudio. La temática planteada hablaba sobre cómo superar una adversidad, lo cual es aplicable tanto en el plano personal como comunitario. Merienda de por medio, se abrió la puerta a un aprendizaje enriquecedor.
Allí estuvo el rabino Gabi Pristzker comandando el barco, que también contó entre la tripulación con el rabino Marcelo Polakoff. Gabi basó su exposición en el libro “En Auschwitz no había Prosac”, de la sobreviviente de la shoá Edith Eger; planteó interesantes ideas que apuntan a fortalecer la autoestima como camino a enfrentar la continuidad de la vida. Mencionó los conceptos de cultivar el optimismo, abriendo los ojos a lo bueno que nos rodea, de quitarse las máscaras para ser realmente uno mismo, de comprender que cada uno tiene la decisión final sobre cómo responder a cada situación.
Los debates, las opiniones y las reflexiones de los presentes, nutrieron y sumaron para cerrar una actividad de contenido profundo, que dejó enseñanzas y herramientas para poner en práctica.
Luego de una Havdalá especial por Tishá ve Av, tuvo lugar otro espacio de rezo y melancolía acorde a la conmemoración de una jornada de ayuno, duelo e introspección. A la luz de las velas y con un tono apesadumbrado, se realizó la liturgia correspondiente. El retorno se emprendió ya de noche, pero saboreando la luz del conocimiento.
Así pasó otro “a la carta”. Te esperamos la próxima.
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