Este sábado, «Judaísmo a la carta» propuso el tema de las razones de la continuidad judía; otras culturas cayeron pese a su esplendor transitorio, pero el Pueblo Judío se sostuvo en el tiempo, desafiando las persecuciones, el exterminio y las circunstancias adversas. La pregunta estaba planteada: ¿fue por un milagro del Cielo o por una decisión humana?
Desde que se inició el zoom, la atención estuvo entregada a definir el enigma. El rabino Gabi Pristzker comenzó señalando que los milagros estaban previstos desde el momento inicial de la creación: Dios estableció leyes para que el universo se autorregule, fijando de antemano momentos puntuales de intervención. Citó el ejemplo de uno de esos milagros emblemáticos: la apertura del Mar de los Juncos, refiriendo que sólo pudo concretarse luego de una acción humana: la convicción de un judío de comenzar a caminar hacia las aguas produjo que las mismas se abran. Los milagros divinos obran a través de las manos del hombre.
A continuación, expuso sobre el rol central de la decisión de nuestros antecesores para asegurar la persistencia colectiva. Puso especial énfasis en la idea de que fueron el pensamiento y la labor humanas las que sellaron la continuidad judía, desde los grandes hitos de la historia hasta las más cotidianas tareas. Y la herramienta más valiosa para consolidar esta vigencia milenaria fue, es y será, el apoyar, fortalecer, alentar y privilegiar la educación, tanto desde la familia como desde la escuela. Los milagros llegan cuando se buscan y se merecen.
La actividad finalizó más tarde, con canciones, y las brajot de la tradicional Havdalá, elevando el compromiso de cada uno para honrar el pasado y sembrar el futuro con nuestros actos de cada día. Así lo haremos. Am Israel Jai.
No hay comentarios