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El Kohen en cada Ser Humano

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Comentario de Parashat Shemini, por el seminarista Dr. Gabriel Pristzker, de la Kehilá de Córdoba, Argentina

En parashat  «Sheminí», cuyo nombre deriva de la descripción de los acontecimientos que según la tradición rabínica ocurrieron en el octavo día («baiom hasheminí») de la inauguración del Mishkán, se relata el comienzo de la actividad del hermano de Moshé, Aarón,  y con y desde él, el desarrollo del servicio de los «kohanim»,  los sacerdotes que servirían desde ese octavo día y hasta el final de los días del Segundo Templo de Ierushalaim. 
 
En relación al significado de ser hoy un «kohen», un sacerdote y del servicio sacerdotal en si mismo, comparto una enseñanza que aprendí del Dr. Daniel Fainstein, ex Decano del Seminario Rabínico Latinoamericano en uno de sus tantos artículos publicados.  La escena se desarrolla en la sagrada noche de Iom Kipur, en la prédica de Kol Nidrei: 
 
«Reb Azrielke (1863) miró dulcemente a cada uno de los presentes con sus pequeños ojos ardientes y comenzó con una voz tenue pero apasionada su homilía:
 
– “El Universo que Dios creó es grande y sagrado.  Maravilloso y misterioso en su inconmensurable inmensidad!  La tierra más sagrada del planeta es Eretz Israel.  Dentro de la Tierra de Israel la ciudad más sagrada es Jerusalén.  En Jerusalén el lugar más sagrado era el templo; dentro del templo el lugar más sagrado de todos era el Kodesh Kodashim, el Santo Santuario.
 
– Existen 70 naciones en el mundo. La más sagrada de todas ellas es Israel.  Dentro del pueblo de Israel la tribu más sagrada es la de Levi; y dentro de esta tribu los más sagrados son los sacerdotes.  Entre los sacerdotes el Cohen Gadol, el Sumo Sacerdote era el que tenía mayor santidad.
 
– Hay 354 días en el calendario hebreo. Los días más sagrados del año son las festividades.  La más sagrada de todas las festividades es el Shabat. Dentro de los Shabatot el más sagrado de todos es el día de Iom Kipur el Día del Perdón.
 
– Existen 70 lenguajes en el mundo. El más sagrado de ellos es el hebreo. El texto más sagrado escrito en hebreo es la Torá, y dentro de ella, la porción más sagrada son los 10 mandamientos.  Dentro de los 10 mandamientos la palabra más sagrada de todas es el Nombre de Dios.
 
– Solamente una vez al año, en una hora señalada, estas cuatro grandes santidades se unían en un todo armónico. Esto ocurría en el día de Iom Hakipurim cuando el Sumo Sacerdote ingresaba al Kodesh Kodashim, (Sancta Sanctorum) y pronunciaba con temor y temblor el Shem Hameforash, el sagrado nombre de Dios.
 
Esa hora plena de santidad era al mismo tiempo un momento de grave peligro, tanto para el Sumo Sacerdote como para toda la casa de Israel.
 
Porque si -Dios Lo prohíba- en ese momento siquiera un pensamiento o un deseo pecaminoso aparecía en la mente del Sumo Sacerdote, todo el Universo podría ser destruido.
 
Todo lugar en el cual se encuentra un ser humano sobre la tierra con sus ojos alzados al cielo, para Dios es el Kodesh Kodashim.
Cada ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, es un Sumo Sacerdote.
Cada día en la vida de cada ser humano es como un Iom Hakipurim.
 
Y cada palabra pronunciada con todo nuestro ser es equivalente al Nombre de Dios.
 
Por eso en cada vida humana, por más insignificante que parezca, ¡se juega el destino del universo!

 
¡Con deseos Brajá y Shabat Shalom!
Seminarista Dr. Gabriel Pristzker
Kehilá de Córdoba, Argentina

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