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Taller de Jalá y Candelabros durante el segundo ciclo de Talmud Torá 2023

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Una pizca de tradición. Unos gramos de vínculos. Luz cantidad suficiente para disipar (en “ese preciso momento” al menos) las oscuridades del mundo. Del real… y del existencial. De Medinat Israel.
Juntamos los ingredientes, los mezclamos: en Comunidad. Aguardamos unos momentos, que aprovechamos para estudiar. ¿O, acaso, no somos una comunidad que estudia cada vez que se le presenta la oportunidad?
Esperamos. Sólo, también, el Pueblo de la espera. Pero, aún allí, no cesamos en tareas: hacemos candelabros. En porcelana fría. ¡Y es la primera vez que lo hacemos! Y…bueno… estimado lector: lee los testimonios. Allí está “el producto terminado”.
En palabras de los que “pusieron manos en la masa”. En los que, en familia, juntos, sembrando en los futuros Bnei y Bnot Mitzvá sembraron semillas (además de sésamo) de santidad, de futura vida judía.
¿Y nosotros? ¿Todo el equipo de Talmud Torá? Asombrados. Agradecidos. Los chicos. A sus afectos y familiares. A todos, a Maru Juncos, a Mariano Gerchón, a Esthercita Barkunsky y a la “chef” en Jalá (revelación) Pame Dumani.

Con deseos de Brajot,
Rab. Gabriel Pristzker

“Muy contenta de haber participado con mi nieto Uriel de está actividad tan importante, ya que yo vivo en Paraná y venir de visita a Córdoba, y haber podido compartir con él el amasado de Jala y realizar la Janukia, me encantó. Me siento muy orgullosa!!!”
Rosita Polonsky Abuela de Uriel Hutin

“Fue una experiencia muy linda poder compartir con las familias este momento tan importante para ellas, si bien la mayoría sabe como hacer jala, nunca está de más seguir aprendiendo y si es juntos mejor, ya que el símbolo de la jala es la unión del pueblo judio.
Además pudimos darle a cada unos de las personas que vivió esta experiencia, imanes que hicimos con la receta de la jala, para que cada una se lleve de recuerdo una parte de este día compartido junto con toda la comunidad”
Pamela Dumani Morá del Taller de Jalá

“Hay un largo camino detrás de cada candelabro: una mente que imaginó cómo podría hacerlo, unas manitos que experimentaron diferentes formas, un corazón que palpita al son de sus colores favoritos. Así, desde la masa blanca y sin forma, al candelabro devenido en obra de arte, surge la vivencia de crear con las propias manos algo que tiene que ver con nuestra tradición. Uniendo mente, manos y corazón con el solo propósito de festejar Januka. Como morá, estoy acompañando esos procesos, con vista privilegiada en el momento en que asoman nuevas subjetividades. Con la firme convicción de la importancia de sostener espacios en donde las infancias participen activamente de la re-creación en nuestra tradición”.
Ester Morá del taller de candelabros de porcelana fría.

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