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EVENTOCOOP 2019: ¡MUSIC HALL!

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Es uno de esos shows en los que sobran las palabras. La presentación del grupo «Philharmonie», el sábado 3 de agosto por la noche, fue, sencillamente, majestuosa. La actuación se llevó a cabo en el marco del tradicional «EventoCoop», que organiza cada año la Cooperadora de la Escuela Israelita Gral. San Martín para recaudar fondos que luego son utilizados para intervenciones y optimizaciones del espacio académico de nuestros alumnos.

La noche comenzó con las palabras de Silvina Gómez de Wapñarsky, Presidenta actual de la Cooperadora, quien muy emocionada describió las acciones llevadas a cabo en el último año, y los proyectos que se vienen a corto y mediano plazo. Luego, presentó las siguientes 2 eufóricas horas que llegarían.

Philharmonie es un conjunto musical que sabe combinar múltiples elementos para que el resultado sea mucho más que la simple suma de ellos: 5 voces que se alternan, instrumentos sinfónicos, visuales en pantallas de altísima definición que coinciden con la línea de cada pieza que se interpreta, y hasta un conjunto coreográfico que sorprende con ingresos inesperados durante el show y mantiene un «timing» estupendo. La presentación deja en claro que el ensayo es muy trabajado: todo sale perfecto.

En cuanto a lo musical, el show es una gran máquina del tiempo, que va y vuelve desde el pasado hasta nuestros tiempos, y recorre un hilo musical de lo más variado: desde hits actuales de Bruno Mars o Ed Sheeran (interpretados con los instrumentos sinfónicos), hasta momentos emocionantes que remiten a tanques de Hollywood (como los temas de las películas «Dirty Dancing» o «Manequeens», acompañados con las visuales de bolas de espejos y una estética ochentosa, claro), e incluso pequeños homenajes a artistas como  Michael Jackson o Freddie Mercury. También hubo momentos para temas en español, con una gran interpretación del tango «Volver», y un gran momento de la noche sucedió cuando nuestra jazanit, Jéssica Alterman, compartió el escenario con la banda para interpretar 2 piezas, una en español y otra en hebreo, y así sorprender al público de la Kehilá de Córdoba que había llenado el salón principal de la escuela.

¿1 bis? ¿2 bises? Nada de eso. ¡3 bises! El público quedó tan maravillado que no permitía que el grupo abandone el escenario, pidiendo «otra, otra», en reiteradas oportunidades. ¿El final? A todo «disco», con los presentes bailando en sus asientos, y hasta un «trencito humano» que recorrió el salón completo de punta a punta.

¡Felicitaciones a la Cooperadora de la escuela, por la organización de un show de altísimo nivel que seguiremos tarareando y recordando por mucho tiempo!

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