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SIMJAT TORÁ: ¡BUEN TIEMPO, BUENA CARA!

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El clima estuvo agitado mientras caía la noche del jueves 12 de octubre. Fuertes ráfagas de alegría inundaron el salón principal del Colegio Israelita Gral. San Martín. El aire fresco y renovado de la Parashá del Sefer Torá entrante se entrecruzó con los últimos vientos del sefer saliente, mientras fuertes sonidos y melodías judaicas tronaron para generar danzas en la comunidad judía de Córdoba. ¡Llegó Simjat Torá! Y fue una verdadera fiesta…

Con la presencia del Presidente del Centro Unión Israelita, Cdor. Hugo Waitman, junto a miembros de su Comisión Directiva, y el plantel directivo de la escuela, encabezado por su Directora General, Mgter. Nora Alterman, el festejo de Simjat Torá se vivió nuevamente con mucha alegría, y ante la unión en comunidad de los miembros de la Kehilá.

El rabino Marcelo Polakoff anunció el primer gran paso de la noche, y factor clave de este Jag: la finalización de la lectura de la Torá, con la última Parashá del texto (Vezot Habrajá), a cargo de nuestro seminarista Gabriel Pristzker, quien luego también realizó el cambio tradicional de Sefer Torá para un nuevo comienzo a través de Parashat Bereshit, con la colaboración del Moré Guily Seiferheld.

Los 2 honores del jatan Torá fueron el «kalat Torá», la mayor de los presentes, para Teresa Ogorinsky, y el jatan Bereshit, es decir, quiénes pronunciaron la brajá de la primera aliá del Génesis, para todos los morim presentes.

A partir de allí, llegó el momento para que los Sifrei Torá bailen junto a la gente, y así fue. Una a una, se desarrollaron todas las Hakafot (rondas de baile con la Torá), y nuestro rabino las distribuyó entre diferentes grupos de miembros de la Kehilá. Desde los más grandes hasta los más chicos; desde el plantel escolar hasta los azkanim; nadie se quedó sin bailar en Simjat Torá, al ritmo de las melodías judaicas más festivas.

Para el cierre, llegó la entonación del Hatikva entre todos los presentes, con muchos deseos de paz y felicidad.

Con fuertes ráfagas, con abundantes melodías caídas desde todos lados, con entrecruzamiento de vientos y sonidos que tronaron, la fiesta de Simjat Torá en la Kehilá de Córdoba fue un éxito; sólo fue cuestión de entrar en clima, y bailar bajo el mejor de los climas…

¡Jag Sameaj!

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