El martes 8 de mayo comenzó un nuevo ciclo, organizado por el Centro Unión Israelita y Macabi Noar, que dará que hablar: se trata de “Am Israel Jai”, un seminario que dictará el Prof. Yehuda Krell, quien hace un par de años deleitó a la Kehilá de Córdoba con sus conocimientos sobre historia judía. En este caso, la temática se centra en el Estado de Israel, desde el contexto previo a su creación hasta los años actuales.
Mario Polakov se encargó de realizar la presentación formal del ciclo y del invitado, brindando detalles de las próximas charlas y sus contenidos.
A partir de allí, todo fue del Prof. Krell. Tal como se espera de un espacio académico de historia, los hechos comienzan a narrarse desde sus inicios. Y el invitado decidió elegir los años comprendidos entre el final del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX para empezar a dilucidar cómo comenzó a esgrimirse la creación de un estado para el pueblo judío.
Primero, realizó un repaso acerca de la situación de antisemitismo extremo que acontecía en Europa y en la Rusia de los zares. Yehuda se encargó de remarcar: «Algunas de las fuentes que estoy citando son de 50 años antes de la Primera Guerra Mundial y 70 años antes de la Shoá.»
Luego, a través de algunos escritos de poetas e intelectuales como Bialik, Max Nordau o León Pinsker, el historiador resaltó la sorpresa de ellos por la inacción del pueblo judío ante los embates antisemitas, y cómo a través de sus textos comenzaban a crear una conciencia necesaria para que el pueblo judío se muestre fuerte ante el resto de las naciones. «La causa de la tragedia judía es que eran vistos como extraños por la sociedad en general en todos los lugares en los que estaban», explicó Krell.
Más tarde, avanzó hacia las décadas de 1910 y 1920, y el intento de integración del pueblo judío con la sociedad alemana, lo que conllevó a 3 posturas diferentes dentro del judaísmo: la integración total; el rechazo y encierro en el gueto; la integración pero manteniendo la singularidad judía.
Este último aspecto trajo las diferencias, matices y coyuntura de diversidad dentro de la condición judía, y comenzaron a asomarse los albores del sionismo, tal como lo explicó el profesor de historia: «El sionismo es rupturista: donde se estaba, no se podía lograr nada siendo una minoría, hacía falta una tierra. No es un viaje al pasado, es vivir como hombres modernos en una nueva cultura, tras una revolución, con un idioma y tierra propios. Es la creación de una cultura, trabajos y leyes nuevas que en la diáspora eran imposibles e impensadas».
De esta manera, se dio inicio a una línea histórica que continuará revisándose en los próximos meses, con una temática diferente en cada encuentro.
Desde este momento, toda la comunidad está invitada a participar de un gran espacio de enseñanza. «Am Israel Jai» está en buenas manos. Volvió Yehuda Krell, volvió un histórico…
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